El objetivo de muchas personas que deciden participar en un programa de entrenamiento físico es “quemar” grasa, y con ello conseguir la silueta deseada. Hay que decir, que este, es un objetivo a largo plazo, por lo que debemos plantearlo como tal, y no caer en la trampa de productos y dietas milagrosas que prometen enormes pérdidas de masa grasa en 1 mes, cuanto lo más que provocan es una gran pérdida de líquido y masa muscular, lo que únicamente provocará mayor impedimento para lograr nuestro objetivo. Aunque el peso baje en la báscula, lo importante es la grasa que perdamos, y el mantenimiento de la masa muscular.
El entrenamiento podemos plantearlo de diferentes maneras:
1. Aumentando nuestra tasa metabólica de reposo, para ello debemos aumentar nuestra masa muscular, ya que el tejido muscular es muy activo metabólicamente, y al estar en reposo la mayor parte de la energía la obtenemos de la quema de grasas.
2. Entrenamiento específico de quema de grasas, sin duda seria el ejercicio aeróbico de baja intensidad, debido a que son más llevaderos y su combustible principal son las grasas. Aunque hay gran controversia sobre que entrenamiento quema más grasa, vamos a ver un ejemplo que aclare la duda:
Persona de 70 kg con VO2 máx (volumen de oxígeno máximo) de 41 mil/kg/min (normal-bueno).
En un entrenamiento de 1 h a intensidad alta quemaría aproximadamente unas 777 kcal, de las cuales, a una intensidad alta, se estima que el 21% vienen de la quema de grasas, lo que nos da 18 grs de grasa oxidados.
Ahora veamos, un entrenamiento de baja intensidad de 1 h quemaría aproximadamente 420 kcal, de las cuales, se estima que el 67% son suministradas por las grasas, lo que da una cifra de 31 grs de grasa oxidados.
Como vemos a mayor intensidad, más calorías se queman por unidad de tiempo, pero no más grasa, esto se explica porque la quema de grasas requiere de más oxígeno que los hidratos de carbono, por lo que a una intensidad que requiera niveles cercanos a nuestro máximo consumo de oxígeno, se quemarán más hidratos de carbono que grasa. Por otro lado, al aumentar la intensidad, se reclutan otro tipo de fibras musculares con menor capacidad de oxidación de ácidos grasos.
3. Combinando entrenamiento de musculación con aeróbico de baja intensidad, de esta manera, conseguiremos aumentar la quema de grasa estando en reposo a lo largo del día, y además quemaremos grasa durante el propio entrenamiento.
Aspectos a tener en cuenta:
-Mayor intensidad no significa quemar más grasa
-Sudar no es sinónimo de quemar grasa
-La sensación de “quemazón” durante el ejercicio no quiere decir que estemos quemando grasa
-La grasa no se quema de forma de localizada, si no a nivel general
-Es absurdo utilizar fajas o prendas compresivas alrededor de alguna zona para quemar grasa, lo único que provocará será una pérdida local de líquido
-Evitar hacer deporte con más ropa de la necesaria para sudar más y perder más grasa, no sirve de nada
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